GRASA VISCERAL Y RIESGO CARDIO METABÓLICO

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GRASA VISCERAL Y RIESGO CARDIO METABÓLICO

GRASA VISCERAL Y RIESGO CARDIO METABÓLICO.

El término “grasa visceral” hace referencia a la grasa que existe al rededor de los órganos que están dentro del abdomen y al rededor del corazón. En muchos pacientes, esta grasa es mayor que la grasa que esta bajo la piel y sobre los músculos de la pared abdominal y del tronco. Esta grasa visceral es la realmente peligrosa y paradójicamente, es por la que menos nos preocupamos. Lamentablemente la mayoría de personas piensan que la “gordura” solo está en el espacio inmediatamente bajo la piel y la que mata a las personas, está al rededor de los órganos internos (!).

La comprensión de la relación entre SOBREPESO, OBESIDAD Y RIESGO CARDIOMETABÓLICO experimenta una revolución en los últimos tiempos. Hoy el tejido adiposo, es considerado un órgano endocrino multifuncional y complejo, y su exceso es generador de grandes problemas de salud!.

Por un lado, la relación de la grasa visceral y la enfermedad cardiovascular, incluyendo la enfermedad cardíaca, el infarto de miocardio, el accidente cerebro – vascular y la enfermedad de las arterias periféricas. Por otro, la relación de la grasa visceral y la enfermedad metabólica, en particular con la diabetes tipo 2.

El tejido adiposo, órgano que deposita energía, se compone de: A) los adipocitos (células grasas, el tipo celular más numeroso). B) Las células del estroma vascular. C) Una matriz de tejido conectivo. D) El tejido nervioso. E) Las células inmunes.

Los adipocitos que varían de tamaño (20 a 200 micras de diámetro) almacenan energía en forma de triglicéridos en los períodos de excesos de calorías y liberan ácidos grasos libres y glicerol en el tiempo de déficit calórico. Los adipocitos pueden tener gran volumen para dar cabida a los triglicéridos en exceso. lo que conlleva a depósitos de tejido adiposo con capacidad casi ilimitada. Dentro de la matriz del estroma vascular, también se encuentran los macrófagos , los que tienden a acumularse en gran cantidad en le tejido adiposo excesivo.

Los adipocitos secretan gran cantidad de proteínas bio-activas denominadas ADIPOQUINAS. Algunas de estas contribuyen a mantener un estado de inflamación crónica local y sistémica (por todo el organismo), en la medida que el tejido adiposo se expande.

En personas delgadas, los adipocitos pequeños se consideran sensibles a la insulina, y contribuyen a regular el metabolismo. En personas con sobrepeso u obesidad, los grandes y activos adipocitos reclutan macrófagos y en conjunto, liberan muchos factores que promueven el estado inflamatorio general y la resistencia a la insulina con las consecuencias patológicas que describí al comienzo del artículo.

Este es el primer paso para comprender el daño que hace una dieta rica en grasas y/o carbohidratos, en conjunto con un estilo de vida sedentario. En los siguientes días, ampliaremos importante información al respecto.

JULIO CÉSAR ESCOBAR F. MD.
CIRUJANO PLÁSTICO & RECONSTRUCTIVO.
www.doctorescobar.com
FB/Cirujano Plástico – Julio César Escobar

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