VIDA MODERNA Y SEDENTARISMO:
La vida moderna y los trabajos actuales hacen que nuestra vida se vuelva cada vez más sedentaria, y elimine
la actividad física tan beneficiosa para nuestra salud. Esto deriva en el sedentarismo, una condición muy observada en la vida urbana actual, donde priman las sociedades
tecnificadas en las que los trabajadores no requieren de mucha movilidad.
Por el contrario, sus horarios laborales los mantienen sentados en un escritorio por numerosas horas frente a una computadora, aumentando el riesgo de contraer enfermedades, sobre todo las cardíacas. Estar sentados, por ejemplo, reduce la circulación de la sangre al cerebro, teniendo efectos negativos sobre la creatividad o el humor.
Además, el sedentarismo tiene una relación muy cercana con la obesidad, ya que no permite quemar las grasas que consumimos, haciendo que se acumulan. De hecho, existen diseñadores que se dedican a unir dos cosas tan necesarias como el trabajo y el ejercicio en un sólo objeto, como por ejemplo No, Sweat!, un escritorio que también es una terminal de ejercicios físicos que acompañan al trabajador.
Para evitar dejarnos llevar por una vida sin movimiento, podemos realizar diversos ejercicios durante las horas de trabajo tanto en la oficina como en el hogar si trabajamos desde casa. A continuación repasamos algunos ejemplos para poner en práctica:
Escalones para mover los pies
Para quienes deben pasar mucho tiempo sentados, una buena opción es colocar unos pequeños escalones o ‘steps’ debajo del escritorio. Éstos permiten a la persona mover sus piernas al mismo tiempo que trabaja. Subir y bajar los pies del escalón es un excelente ejercicio para mejorar la circulación. Otra opción es balancearlos hacia arriba y hacia abajo, dejando siempre pegada la punta de los dedos sobre el escalón.
Pero también se puede utilizar una manta de yoga para relajar los pies. Descalzarse por unos minutos sobre la manta hará que se reduzca el estrés de las piernas. Esta actividad es ideal para las mujeres que utilizan zapatos de taco alto a diario, que muchas veces provocan dolores.
Tomar pequeñas caminatas
Ya sea en una oficina o en el hogar, caminar ayuda a ejercitar el cuerpo y airear las ideas. Para poner esta práctica en marcha, una posibilidad es reemplazar las típicas reuniones de trabajo en salas de conferencias por “caminatas de trabajo”. Lo mismo aplica a las conversaciones que se quiera tener con un compañero: en lugar de tenerlas en la cocina de la oficina o de escritorio a escritorio, por qué no dar unos pasos por el pasillo o el patio del lugar.
La misma lógica podemos aplicarla al atender llamados telefónicos -que durante la jornada laboral suelen ser muchos-: mientras se conversa, lo mejor es estar parado y dar los pasos que nos resulten posibles dentro del área asignada.
Reemplazar las escaleras por el ascensor, dejar el auto estacionado más lejos de lo habitual e incluso levantarse reiteradas veces a tomar agua o preparase café, también contribuyen a combatir el sedentarismo.Un plus aparte representa animarse a ir hasta la oficina en bicicleta.