El drenaje linfático manual es una técnica de probada eficacia y estudiada científicamente. Se aplica en todas las intervenciones de cirugía estética, tales como:
Lipoescultura, intervención en la cual se produce bastante edema y equimosis (moretones) como consecuencia del trauma quirúrgico.
La abdominoplastia es la intervención que más lesión produce en el sistema linfático, por ello es imprescindible un correcto tratamiento pos operatorio. El drenaje linfático manual ayuda a redirigir la circulación linfática hacia vías alternativas de drenaje no alteradas por la cirugía y a disminuir la hinchazón o inflamación de la pared abdominal.
En la mamoplastia de aumento, el DLM disminuye la inflamación de los senos. Su correcta aplicación demuestra su eficacia desde el primer día.
Tras el lifting facial (ritidoplastia ó cirugía de rejuvenecimiento facial), se altera el normal funcionamiento del sistema linfático superficial en cara y cuello. Las maniobras correctamente aplicadas aceleran la recuperación. El trauma quirúrgico sobre el sistema linfático obliga a adaptar las maniobras y direcciones de drenaje linfático según vectores muy bien definidos.
En la blefaroplastia, el drenaje linfático acelera la reabsorción del edema y debe realizarse con precaución y experiencia sobre todo en las zonas próximas a las cicatrices.
Otras intervenciones que también se benefician del drenaje linfático manual son: la mamoplastia de reducción (reducción de los senos), mastopexia (elevación del pecho), rinoplastia y en general, todas las intervenciones de cirugía estética, en las que como primera consecuencia se forma edema de piel y7o tejidos blandos.
En el tratamiento de las cicatrices , el drenaje linfático manual es la primera medida adoptada para facilitar la cicatrización. Al reducir el edema se facilita la llegada de nutrientes y salida de desechos metabólicos necesarios para una buena cicatrización.
En la reconstrucción de mama , independientemente de las técnicas reconstructivas utilizadas (con implantes y expansores mamarios o con tejido autólogo), el drenaje linfático es muy útil en todas las fases del proceso reconstructivo. La posible linfadenectomía axilar (extirpación de los ganglios linfáticos de la axila), obliga al terapeuta a efectuar el drenaje linfático buscando vías alternativas de drenaje.
Además de los cuidados tras la reconstrucción de mama, el drenaje linfático manual es imprescindible en el tratamiento o prevención del linfedema postmastectomía
El DLM es una técnica de masaje suave, que no traumatiza el tejido, y favorece la desinflamación del mismo. Por esta razón, se puede comenzar a utilizar según la operación realizada, desde las 24 ó 48 horas siguientes a la intervención. En el Centro Quirúrgico de la Belleza, comenzamos la aplicación 24 horas después de la cirugía, con las terapeutas más experimentadas de Colombia.
El drenaje linfático pos quirúrgico solo debe ser realizado por terapeutas con experiencia y con formación científica y académica especializada.
JULIO CÉSAR ESCOBAR F., MD.
CIRUJANO PLÁSTICO & RECONSTRUCTIVO.
SCCP, ACCPRE, FILACP, IPRAS.
26 AÑOS DE EJERCICIO PROFESIONAL.